Bergen es preciosa, y es que no me canso de repetirlo, con esas casitas de madera todas de diferentes colores decorando la montaña como si se tratase de una pintura. El centro de la ciudad se vuelve bastante normal, y se parece mas a cualquier ciudad, pero sea como sea pasear por sus calles resulta curioso y divertido. La imagen del puerto es una maravilla, de verdad que todo parece como de cuento y a veces tienes la sensación que al girar una esquina te encontraras con la casita de chocolate de Hansel y Gretel. Lo primero que se encuentra viniendo del barco es la torre Rosenkratz,una fortificacion que fue la residencia de sus representantes administrativos desde 1260 a 1560.
El puerto de Bergen tiene forma de “U” dejando así un precioso espacio por donde dar un paseo.
Los viejos almacenes del lado norte del puerto se conocieron durante un tiempo como el muelle alemán (Tyskebryygen) porque durante unos 400 años eran el centro neurálgico del comercio Hanseatico en Noruega, sobretodo por la exportación del pescado de salazón.Tras un incendio en 1955 solo quedaron unas cuantas, pero en la zona afectada se construyo el museo hansiatico. Desde aquí evoluciono a lo que es hoy el barrio de Bryygen, un encantador conjunto de originales casas de madera medievales construidas con hastíales, o triángulos en la fachada donde descansan las dos vertientes del tejado. Todo esto forma un entramado de callejones de madera y preciosas casitas que nadie que visite Bergen debe perderse.
Los viejos almacenes del lado norte del puerto se conocieron durante un tiempo como el muelle alemán (Tyskebryygen) porque durante unos 400 años eran el centro neurálgico del comercio Hanseatico en Noruega, sobretodo por la exportación del pescado de salazón.Tras un incendio en 1955 solo quedaron unas cuantas, pero en la zona afectada se construyo el museo hansiatico. Desde aquí evoluciono a lo que es hoy el barrio de Bryygen, un encantador conjunto de originales casas de madera medievales construidas con hastíales, o triángulos en la fachada donde descansan las dos vertientes del tejado. Todo esto forma un entramado de callejones de madera y preciosas casitas que nadie que visite Bergen debe perderse.
En el otro lado, el lado sur, se concentran las mejores galerías de arte de la ciudad, que sacan su mercancía a la calle formando una especie de mercadillo de lo mas curioso.
En medio de estos dos lugares se encuentra el fascinante Mercado del Pescado (Fiskettorget). Tal como su nombre indica es, ni mas ni menos, un mercado de pescado en plena calle, donde se vende sobretodo salmón, en todas sus variantes, aunque sobretodo ahumado. También puedes encontrar otro tipo de pescados, pero el salmón es exquisito. Todos los trabajadores de los muchos puestos que hay allí, son estudiantes de intercambio, lo que hace que puedas hacer tus compras en prácticamente cualquier idioma. Había uno de los puestos con un cartel donde se podía leer que se hablaban al menos 15 idiomas, impresionante. Si quieres también puedes comer alguno de los bocadillos y ensaladas que tienen ya preparadas. Nosotros nos comimos un par de ensaladas con sus buenas gambitas incluidas y un par de refrescos, disfrutar de esto en el fantástico paisaje que te ofrece el puerto de Bergen es todo un lujo.
1 comentario:
Bravo.
Beautiful pictures.
Excellent blog.
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Keep blogging.
Good luck.
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