martes, 9 de septiembre de 2008

ALASKA 2008-Ketchican


Ketchikan fue la primera ciudad de Alaska y también es el primer puerto que te encuentras por mar. Empezó siendo un almacén de pescado que acabó convirtiéndose en ciudad. Ahora vive casi exclusivamente del turismo como todas las ciudades que vamos a visitar.
Nos levantamos muy temprano, la excursión comienza a las 6:15 de la mañana, para comprobar que el tiempo sigue igual, bruma por todas partes y algo de lluvia. Mantenemos la esperanza de que quizás avanzado el día se despeje un poco. Nuestra excursión consiste en un paseo en catamarán, o al menos aquí llaman así a una especie de barco, yo creía que el catamarán era otra cosa. Se trata de recorrer el Misty Fjord y ver algunos animales en su habitat.



Subimos al barco y después de una hora de camino la cosa mejora, no sale el sol, pero se despeja y deja de llover o lo hace con menos intensidad. Podemos subir a la parte superior del barco y contemplar el increíble paisaje. Tenemos suerte y podemos ver unas Aguilas Calvas paradas en la copa de unos árboles. Nos adentramos mas en el fiordo llegando a estar muy cerca de uno de los laterales, donde cae una pequeña cascada desde lo alto, a sus pies unas pequeñas nutrias nadan y se revuelven en el agua de una forma muy graciosa. Damos media vuelta y volvemos poco a poco, nos detenemos en un recoveco para observar algunas águilas mas que están en los árboles, pero en una de las grandes rocas que hay al otro lado vemos una foca adulta. No se porque pero la visión de estos animales en vivo y en directo produce un sentimiento de ternura difícil de explicar. Yo me alegre mucho, ya que ver alguno de estos animales era uno de mis principales motivos para hacer este viaje. Otro gran motivo era ver un oso, pero esa es una historia para otro día.







Después de dos horas y media de excursión nos dejan en el puerto de Ketchican, y como tenemos un par de horas hasta que zarpe el barco decidimos dar una vuelta por las tiendas del pueblo y visitar Creek Street. Creek Street fue el lugar donde estaba la conservera de pescados que dio lugar al pueblo. Son varias casas de madera construidas alrededor del rio. Es muy bonito y por supuesto esta lleno tiendas con souvenires, además si se quiere, se puede visitar Dolly´s House, el antiguo burdel del pueblo en cuya ventana hay un cartel que dice lo siguiente: “Si no encuentras a tu marido, probablemente este aquí”. Por supuesto Dolly esta en la puerta vestida para la ocasión, vestido rojo con una pierna al aire en la que se puede ver la correspondiente liga con algunos billetes sujetos. Ketchican en sí no suscita mas interés, pero esta parte del pueblo es divertida y fácil de ver.






De vuelta en el barco decidimos cambiar un poco y en vez de cenar en el restaurante de siempre reservamos en el italiano. La cena siempre esta incluida, pero si quieres probar alguno de los “restaurantes temáticos”, por llamarlos de alguna manera, solo tienes que pagar un suplemento que depende de a cual quieras ir.
Bueno, pues la verdad es que no vale la pena, te hacen pagar un suplemento por cenar prácticamente igual que en tu restaurante de siempre. Nos hicieron esperar unos 20 minutos aún teniendo que reservar y para colmo el maître era un inepto. Lo único que salvó la cena fue que la comida estaba realmente buena, pero no mas que de costumbre y que te cobren de más por el mismo servicio no me parece normal. Una pequeña curiosidad, yo suelo fijarme mucho en la música ambiente cuando estoy en un sitio. Mientras esperabamos pude oir que sonaban Lucio Dalla y Andrea Bocelli y me pareció lógico en un restaurante supuestamente italiano. Pero cuando nosotros nos dirigíamos hacia nuestra mesa empezó a sonar una melodía que me era extrañamente familiar, por suerte era una versión instrumental ,pero sin duda era el La, la , la de Massiel. Por lo visto aquí alguien cree que Massiel es italiana, lo que tampoco es tan malo.




En fin, mañana llegamos a Juneau, la capital de Alaska. Tenemos excursión en hidroavión sobre un glaciar y por la tarde navegamos con el barco hasta otro. La cosa promete.

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